martes, 11 de agosto de 2015

ACERCA DEL CONCEPTO DE EDUCACIÓN



Dr. Álvaro Villavicencio Whittembury

El concepto de educación y las concepciones del mundo
La educación es un proceso social concreto, porque forma parte de la realidad objetiva, de esa parte que es la sociedad. Que la educación es, pues, consustancial con el hombre. Sostuvimos que ello se demuestra a través del desarrollo histórico, del quehacer histórico de la especie humana, a lo largo de todas las formaciones económico-sociales que el hombre ha creado. De allí que el proceso educativo ocurrió en la sociedad de la comunidad primitiva, y en las sociedades clasistas, feudal y burguesa, anteriores a las presentes, y que ocurre en las sociedades clasistas burguesas, burguesas-imperialistas y socialistas actuales. Que seguirá ocurriendo mientras la especie humana exista en el cosmos.
Trataremos, ahora, de establecer el concepto genérico de educación.

1. La educación, formación del hombre de acuerdo con una concepción del mundo: Concepto de educación, según el materialismo.
La concepción del mundo es, como se ha expresado ya, un sistema de ideas, conceptos y representaciones sobre la naturaleza, la sociedad y el conocimiento. En su amplio sentido, abarca toda, las concepciones del hombre sobre la realidad en torno: concepciones filosóficas, económicas, político-sociales, científicas particulares, morales, estéticas, etc. En su sentido estricto, medular, abarca los problemas fundamentales de la filosofía: materia y espíritu, desarrollo, conocimiento y sociedad.
Mas, la concepción del mundo (conciencia social, ideología) está determinada por el ser social, refleja el ser social, sin que esto quiera decir que deje de tener influencia sobre él. Si el ser social es clasista, la concepción del mundo adquiere un carácter de clase, e impera, predomina, la concepción del mundo de la clase que se encuentra en el poder. Si el ser social clasista es un ser que contiene relaciones económicas distorsionadas, injustas, de explotación de una mayoría por una minoría explotadora (esclavismo, feudalismo y capitalismo), la concepción del mundo predominante también tendrá carácter distorsionado (consciente o inconscientemente) y será la dominante porque corresponde a esas minorías dominantes. Si el ser social clasista es un ser que contiene relaciones económicas no distorsionadas sino concordantes con el carácter social de la producción, tendientes a eliminar de modo definitivo la explotación del hombre por el hombre (socialismo), la concepción del mundo no será distorsionada, tendrá un carácter científico, será la dominante y se generalizará.
Las clases explotadoras esclavista, feudal y burguesa, por defender sus intereses de clase y por distorsión gnoseológica, deforman la concepción del mundo, la ideología; la clase obrera, en contrarío, no la deforma; la eleva al nivel de ciencia. Por ello, la ideología de la clase obrera, la concepción del mundo de la clase obrera, el marxismo y su núcleo filosófico, el materialismo dialéctico, constituyen actualmente la concepción científica del mundo.
¿Puede vivir un hombre sin una concepción del mundo, pueril, elemental o amplia?. Esto sería imposible. El cuerpo humano puede existir, sí, descerebrado, en "estado vegetal". "La concepción del mundo tiene una enorme importancia práctica, pues de ella depende la actitud del hombre frente a la realidad que le rodea y sirve de guía para la acción", expresan Rosental—Iudin (38—75; el subrayado es nuestro).
Si la concepción del mundo, la ideología, es tal que distorsiona, deforma la realidad, el hombre vive, vivirá, pero sus actitudes serán distorsionadas, quiéralo o no. Por el contrario, si la concepción del mundo no distorsiona la realidad, es verdad objetiva, el hombre vive y vivirá en ascendente, pleno, y jamás igualado desarrollo. O el hombre vive orientado por una concepción idealista del mundo en sus diversas y actuales manifestaciones filosóficas, o lo hace con la concepción materialista del mundo en su expresión filosófica actual: el materialismo dialéctico e histórico. No hay términos medios, remitiéndonos al problema fundamental de la filosofía.
Pues bien. No puede haber educación sin un contenido educativo que debe adquirir el sujeto para ser educado. Y ¿qué es, en esencia, el contenido educativo? A la postre no puede ser otra cosa que, total o parcialmente, la concepción del mundo, la conciencia social, la ideología, reflejo del ser social.
En consecuencia, desde el punto de vista del materialismo dialéctico e histórico, la educación es, en sentido general, la acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre el hombre para ser formado de acuerdo con una concepción del mundo, a fin de que actúe según esa concepción en la formación económico-social a la que pertenece. En formaciones económico-sociales clasistas la educación es clasista y, por tanto, es el proceso sistemático consistente en formar al hombre según la concepción del mundo de la clase que se encuentra en el poder, a fin de que actúe según esa concepción. En formaciones económico-sociales clasistas, las clases dominadas, realizan, también, proceso educativo sistemático, mas no es el imperante.
Es acción espontánea, homogénea, no clasista, porque en la Comunidad Primitiva la influencia era (o es) realizada por la sociedad en su conjunto y por el propio medio ambiente, sin encargarla a ninguna institución específica. Es acción sistemática, especialmente organizada, clasista, porque en las formaciones económico-sociales clasistas (Esclavismo Feudalismo, Capitalismo y Socialismo) surge y se desarrolla vigorosamente un conjunto de instituciones destinado específicamente a educar: la escuela -jardines de infancia, escuelas primarias, secundarias y superiores con diversas características-  y su aparato administrativo, que constituye lo que se denomina "sistema educativo" y que para nosotros es la ESCE en sus varias modalidades; y porque otras instituciones, actividades o procesos sociales, que no forman parte del sistema educativo escolarizado, es decir, no destinados específicamente a educar, realizan una influencia organizada, planificada o permanente sobre el sujeto (partidos políticos, sindicatos, instituciones religiosas, medios de comunicación, centros de trabajo, la calle, el barrio, etc.) que también educa, conformando lo que hemos dado en llamar ESCNE. Y como es acción sistemática clasista, la ejercen las clases sociales, predominando aquella que desarrolla la, clase que domina la formación económico-social.
Es acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre el hombre, porque no sólo el niño, el adolescente o el joven son sujetos de la educación. Lo es el hombre maduro y lo es el hombre viejo o el anciano. Es el hombre, en general, el sujeto de la educación. Desde que nace hasta que fenece. Desde que es concebido hasta que muere. Porque la influencia, la acción, espontánea o sistemática (escolarizada o no escolarizada) no se detiene al término de una etapa señalada del ciclo vital del hombre ni es patrimonio exclusivo de los hombres maduros (un bebé puede influir, accionar en un anciano, por ejemplo). Por ello se dice que la educación es permanente.
Esa acción o influencia se ejercen sobre el hombre para ser formado de acuerdo con una concepción del mundo, a fin de que actúe según esa concepción, en la formación económico-social a la que pertenece, porque toda acción o influencia tiene un objetivo, una finalidad, precisa en el caso de la educación: la asimilación de un contenido, denominado "contenido educativo"; y ese contenido educativo que el "educador" (sujeto que ejerce la acción o influencia) debe hacer asimilar al "educando" (sujeto que recibe la acción o influencia) no viene a ser sino, en todo o en parte, un conjunto o sistema de ideas, conceptos o representaciones sobre la naturaleza, la sociedad y el conocimiento, una ideología, para actuar, según ella, como integrante de una formación económico-social no clasista o clasista (comunidad primitiva, esclavista, feudalista, capitalista o socialista); porque gestante, niño, adolescente, joven, adulto o senil, el hombre debe actuar, vivir, desempeñar un papel o un rol, trabajar, dentro de la formación social, no clasista o clasista, a la que pertenece. El trabajo es la expresión máxima de la actuación del hombre, en el entendido de que el concepto de trabajo es relativo a cada concepción del mundo y en cada período histórico.
La actuación, el vivir, el desempeñar un papel específico, el trabajar, suponen, pues, la adquisición de las habilidades o destrezas y actitudes para la vigencia, satisfacción de las necesidades, desarrollo y/o caducidad de la formación económico-social, a nivel de sus fuerzas productivas, de sus relaciones de producción y de su ordenamiento social, político-estatal y de su sistema ideológico, lo cual significa la formación, por ejemplo, de cazadores, agricultores, artesanos, obreros, técnicos, administradores, comerciantes, economistas, relacionistas industriales, abogados, secretarios, periodistas o comunicadores, militares, burócratas o trabajadores del Estado, educadores, artistas, religiosos, científicos, políticos, filósofos, etc.: explotadores y explotados en formaciones económico-sociales cuyas relaciones de producción son de explotación del hombre por el hombre.
La educación es, pues, en sentido general, la formación del hombre de acuerdo con una determinada concepción del mundo, de una determinada ideología: formación, no sólo como proceso (acción espontánea o sistemática) sino, también, como punto de llegada, meta, objetivo o finalidad (adquisición de una determinada concepción del mundo, ideología, y de las destrezas, habilidades o actitudes concordantes con esa concepción, para actuar, vivir, desempeñar un papel específico, trabajar, en la formación económico-social a la que se pertenece y/o por la que se lucha).
La expresión "En formaciones económico-sociales clasistas la educación es clasista y, por tanto, es el proceso sistemático consistente en formar al hombre según la concepción del mundo de la clase que se encuentra en el poder, a fin de que actúe según esa concepción. En formaciones económico-sociales clasistas, las clases dominadas realizan, también, proceso educativo sistemático, mas no es el imperante", encierra el sentido general del concepto de educación ya analizado, pero lo remite a la situación particular de las formaciones económico-sociales clasistas: deja la acción educativa de ser espontánea, homogénea, como en la Comunidad Primitiva, para convertirse en sistemática, específicamente organizada, discriminada y discriminatoria, según las clases sociales; el contenido educativo que impera para formar hombres que puedan actuar, desempeñar una función, trabajar, de acuerdo con una concepción del mundo, se deriva e impone de la concepción del mundo de la clase que detenta el poder, que domina la sociedad clasista; predomina, entonces, la educación que imparte la clase dominante; y existe, por ende, la educación que organizan las clases dominadas en sus dos formas, ESCE y ESCNE, en diferentes modalidades, pero no impera.
Este concepto de educación tiene una expresión mucho más resumida cuando se dice que la educación es la acción espontánea o sistemática que se ejerce sobre el hombre para que adquiera una concepción del mundo y actúe, desempeñe una función, acorde con esa concepción, como integrante de una formación económico-social determinada.
Ese es en esencia, el concepto de educación, el mismo que hace explícitas sus clases, formas y carácter. Así, podemos referirnos a la educación espontánea de la comunidad primitiva, pasada o actual, y a la educación sistemática clasista, idealista y materialista, del esclavismo, del feudalismo, del capitalismo y del socialismo.
La educación idealista, en sus manifestaciones concretas esclavista, feudal y burguesa, por ser, en esencia, el proceso de adquisición de la concepción del mundo idealista para que los hombres actúen, desempeñen un rol, trabajen, de acuerdo con ella, es una educación que produce hombres de concepción y actitudes distorsionadas, no concordantes con la verdad objetiva, reflejo de la realidad objetiva. Mas, esa concepción del mundo se presenta, contradictoriamente, como la única verdadera cuando, al ser esgrimida y asimilada de modo compulsivo, la utiliza y propaga la clase poseedora, minoritaria y dominante en el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo. Esto explica que para la burguesía dominante, por ejemplo, la única y verdadera educación sea la correspondiente a la concepción idealista del mundo actual en sus diversas manifestaciones filosóficas; y que se tome en extrema consideración las reformas burguesas de la educación para ponerles la etiqueta de "nueva educación", tanto en sus expresiones metodológicas cuanto en las doctrinarias.
La educación materialista, manifestada de modo concreto en los países auténticamente socialistas del mundo actual, por ser, en esencia, la acción que se ejerce sobre los hombres para que adquieran la concepción materialista del mundo -cuya médula es el materialismo dialéctico e histórico- y actúen, cumplan una función, trabajen de acuerdo a ella, es una educación que produce hombres de concepción y actitudes no distorsionadas, concordantes con la verdad objetiva, reflejo de la realidad objetiva. Esta, sí, es la verdadera nueva educación. Al producir los hombres dentro de una sociedad cuya base o estructura económica (relaciones de producción) va eliminando, hasta hacerla nula, la propiedad privada de los medios de producción y al asimilar, mediante el proceso educativo, la concepción materialista, científica, del mundo, asistimos, sí, al surgimiento de hombres formados de modo armónico, integral, completo.

2. Algunos conceptos de educación vinculados con la concepción idealista.
Creemos que podemos entrar, ahora, a la exposición de algunos de los principales conceptos de educación que expresan, total o parcialmente, la concepción idealista del mundo.
Es difícil la tarea de determinar con precisión la corriente filosófica idealista que nutre, dirige o establece la orientación de un concepto genérico idealista de educación, salvo aquellos casos en los cuales las palabras o expresiones empleadas no dejan lugar a dudas.
Muy a menudo, la gran mayoría de conceptos genéricos idealistas de educación pretenden establecer "verdades eternas", inmutables; cuestiones invariables, o "verdades" que lindan con lo absurdo o significan una distorsión franca o encubierta de la realidad.
A menudo, también, no es encuadrada la educación dentro del real proceso de desarrollo histórico del hombre, ser social.
A veces, un acento fuertemente individualista o pragmático nos demuestra la raigambre idealista subjetiva del concepto genérico de educación. Otras, el mundo objetivo de los "valores" o de la "cultura objetiva" nos coloca frente a un concepto de educación que expresa una matriz idealista objetiva. Y en algunas llegamos al lenguaje formalizado de los neo-positivistas.
Cuando DEWEY expresa que la educación "es un proceso de reconstrucción continua de la experiencia", que "es la liberación de las capacidades individuales en crecimiento progresivo, dirigido a fines sociales"; establece un concepto ambiguo, de neto corte individualista burgués, lindante con el idealismo subjetivo y con el neopositivismo. (¿Quién establece los fines sociales?).
Cuando KERSCHENSTEINER nos dice que "la educación consistiría en distribuir la cultura, para que el hombre organice sus valores en su conciencia y a su manera, de acuerdo con su individualidad", habría que preguntar: qué se entiende por cultura y qué tipo de cultura es aquella que debe distribuirse según el libre albedrío de los hombres y según sus características individuales. ¿Habrá una cultura para los pobres y otra para los poseedores? ¿Quiénes tienen la libertad y el poder suficientes como para, según lo que ellos deseen, distribuirse cultura, organizar sus valores de acuerdo con esa cultura, según su propio designio y de acuerdo con su vocación? Parece ser que en este concepto se dan la mano el idealismo subjetivo y el objetivo.
Cuando MANTOVANI dice que la educación "es el encuentro y la coordinación de la infraestructura biológica con la superestructura espiritual para hacer de la vida del hombre una unidad cuya trama está integrada por un ímpetu que asegure la energía de la vida y los valores y principios que constituyen sus normas y dirección", nos da un concepto semejante al de KERSCHENSTEINER. Y habría que preguntar en qué consiste, cuál es la naturaleza de ese "ímpetu".
Emilio DURKHEIM sostiene, como hemos visto, que educación "es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que todavía no están maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar en el niño un determinado número de estados físicos, intelectuales y morales que exigen, tanto la sociedad política en su conjunto, cuanto el medio a que está destinado de modo particular". Aparte de que la educación no es patrimonio exclusivo de los niños, "del niño", como sujeto que se educa, ni de que las generaciones adultas son las únicas que educan, el concepto dado por este científico social positivista, se refiere a la educación como un proceso de adecuación del niño a las exigencias del estado (sociedad política) y del medio (trabajo físico o intelectual) a que está destinado de modo particular. La educación, como mera función de adaptación, dentro de una realidad social clasista, en donde una minoría explotadora detenta el poder, por ser dueña de los medios de producción, y en donde las clases sociales deben colaborar.
Rene HUBERT y Lorenzo LUZURIAGA, definen a la educación de modo muy semejante al de DURKHEIM.
REDDEN y RYAN dan un concepto idealista objetivo, religioso, católico. Bien podría ser este un ejemplo de concepto neotomista de educación. Lo transcribimos literalmente, de nuevo (el subrayado es nuestro). "Educación es la influencia deliberada y sistemática ejercida por la persona madura sobre la inmadura, por medio de la instrucción, la disciplina y el desarrollo de todas las facultades físicas, sociales, intelectuales, morales, estéticas y espirituales del ser humano, de acuerdo a la jerarquía esencial de las mismas, por y para la utilidad individual y social y dirigida hacia la unión del educando con su Creador, como último fin" Los autores de esta definición extraída de un texto "cuya finalidad . . . consiste en presentar una filosofía católica de la educación como correlato de una filosofía católica de la existencia", expresan que cumplirán ese objetivo, en parte, "explicitando los principios fundamentales de la educación a la luz de la filosofía escolástica" y terminan el análisis de su definición así. "Dirigida hacia el último fin. El hombre fue creado para alabar, reverenciar y servir a Dios en este mundo, y de este modo alcanzar como premio la felicidad eterna con El en el cielo. En la educación todas las cosas deben subordinarse a este último fin, y dirigirse a él" El libro fue dedicado al Cardenal SPELLMAN, Arzobispo de Nueva York.
La Ley general de Educación 28044 “….” Encierra un concepto de educación, enmarcado dentro de la concepción idealista del mundo.
Es muy común leer en textos de literatura pedagógica que circulan en nuestro país, así como escuchar de labios del magisterio, los siguientes conceptos de educación: EDUCACIÓN ES LA FORMACIÓN INTEGRAL DE LA PERSONALIDAD DEL EDUCANDO; EDUCACIÓN ES LA FORMACIÓN INTEGRAL DE LA PERSONA HUMANA; EDUCACIÓN ES LA TRANSMISIÓN DE CONOCIMIENTOS o EDUCACIÓN ES LA ADQUISICIÓN DE CONOCIMIENTOS. Estas expresiones son demasiado ambiguas y, por ello, encierran una concepción idealista, confusa. Los términos "integral", "personalidad”, “persona humana” y “trasmisión de conocimientos”, son relativos a las clases sociales y sus concepciones.

Dr. Álvaro Villavicencio Whittembury
Doctor en Educación, profesor emérito de la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta) y de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Ha sido director de la Escuela de Posgrado y Rector (A.I.) de la Universidad "La Cantuta". En 1996 fue profesor del Instituto Experimental Nº 6 de Lima y de la Universidad Peruana de Ciencias y Tecnología, hoy Universidad Ricardo Palma. Se inició en la docencia en 1954, en Cajabamba, su tierra natal. Ha publicado los siguientes libros: "El esquema de aprendizaje" 1962, "Acerca del concepto de educación" 1978, "Apuntes y transcripciones para una filosofía de educación" 1983, "Educación, ideas básicas" 2001. Actualmente vive en Villa Toledo (Colca), Cieneguilla, Lima, Perú.


Extraído del libro “Acerca del concepto de educación”

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